Amor tejido con tela de araña

25 Noviembre, 2022

El comienzo de una buena aventura estaba por empezar, lo recordaré como el día en el que volví a sentirme un niño cuyo único sueño era ser un superhéroe, que al hacer un juego con mis manos, esperaría a que salga tela de araña. El día cinco de noviembre del 2022, me di cita, junto a mi enamorada, al centro comercial de Arenales. Ella siempre supo que desde muy pequeño me gustaba el mundo de Marvel, y que siempre simpaticé por un superhéroe en especial, el siempre conocido y sorprendente “Hombre Araña”. Ese día nos encontrábamos de aniversario, y la mañana comenzaría con un conjunto de globos llenos de helio, con el siguiente enunciado: “Para Francisco, mi superhéroe favorito”, realmente me encontraba muy contento, porque nadie antes me había engreído y sorprendido de tal manera.

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Luego de haber desayunado junto a ella, me sorprendió con la tan mencionada visita al centro comercial. Para ello, me cubrió los ojos con una venda e hizo que me subiera al Toyota Corolla, el cual nos ha transportado en muchas aventuras de las cuales hemos sido partícipes.

Para ser sincero, yo solo tenía planeado una cena junto a ella, en algún lugar romántico frente a la playa, no obstante sentí que ese día pareciera como la fecha de mi cumpleaños, así que por ciertos pasajes de camino hacia Arenales, me sentí como un niño mimado.

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Era la primera vez que visitaba ese lugar, ya que mis padres nunca se habían interesado en llevarme y dedicarme un día especial. No tenía idea de cómo era adentro, y al observar desde afuera, me sentí un poco extraño, como si no perteneciera a ese lugar. 

Carlita, me miró y me preguntó: ¿Todo bien?

A lo que yo respondí: Sí, todo bien.

Obviamente, le mentí, sentí que no estaba preparado. Ella agarró mi mano, y empezó a echar paso hacia adelante. Al subir los escalones, vi decenas de personas, algunas disfrazadas de sus personajes favoritos, desde Dragon Ball hasta la popular serie “Game of Thrones”. Seguíamos caminando, y a decir verdad se veían algunas cosas interesantes, pero nada que llamase mi completa atención.

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Tras caminar por un buen rato, optamos por usar el elevador, y al subir al siguiente nivel, lo primero que vieron mis ojos, fueron unos funkos con algunos personajes de Marvel. La emoción volvía a mi, ingresé a aquella tienda, y adentro se encontraba mi infancia, las tardes de niño, en las que jugaba con mis muñecos junto a mis amigos del barrio o con mis primos. Cada muñeco que veía de las diferentes etapas del “Hombre Araña”, me traía recuerdos. Afortunadamente, aún tenía dinero que me sobró de la cena que había preparado para horas más tarde, así que empecé a comprar adornos y muñecos referente a algunos superhéroes. Carlita, se emocionó junto conmigo, y manifestaba su felicidad a través de los fuertes abrazos que recibía de parte de ella.

Al salir del lugar en donde estábamos, ingresamos a otra tienda. Fue ahí, el momento más especial del día, vi en una maleta el traje del “Hombre Araña”, y me hizo recordar a una escena de la película. Carlita, me observaba de lejos, mientras lo hacía, ella conversaba con el encargado de la tienda. En el transcurso de su conversación, ella sacó su billetera, y no estoy seguro de cuánto fue el monto que le entregó, pero se acercó hacia mí, y me dijo muy emocionada: “el traje es tuyo”.

No miento, empecé a lagrimear, y la abracé tan fuerte, que todos permanecieron mirándonos.

Para la noche, ambos nos encontrábamos muy agotados, así que decidí consultarle si quería cenar en mi casa. Ella accedió, así que horas más tarde nos veríamos nuevamente en mi casa. Ella fue a mi hogar, elegante como siempre, con su cabello pelirrojo, y yo aparecí con mi traje de “Hombre Araña”, la cena tomó su rumbo y puedo decir que aquel día sentí tener a Mary Jane a mi lado.